La carga inalámbrica en Smartphones existe desde hace más de 5 años. Los primeros dispositivos en incluir esta tecnología fueron los Nexus 4 y los Nokia Lumia 920 entre otros allá por el año 2012. Esta tecnología no ha terminado de cuajar en el mercado aunque los últimos avances en la carga inalámbrica cada vez la hacen más interesante. En esta entrada queremos hablarte de la carga inalámbrica por inducción en Smartphones.
Los cargadores inalámbricos se componen de una base conectada a la red eléctrica que dispone de una bobina de inducción encargada de crear un campo electromagnético que posteriormente es aprovechado por otra bobina similar ensamblada en nuestro smartphone. El terminal recibe esta energía y la convierte en corriente eléctrica para cargar la batería. Este proceso sigue el principio de la ley de de Faraday.
Actualmente existen dos principales tecnologías de carga inalámbrica el Qi y el PMA dejando a un lado la carga por resonancia que a día de hoy no resulta tan interesante. Sin entrar en términos complejos, la principal diferencia entre ambas tecnologías es que en el caso de Qi se realiza una carga mas eficiente en un único dispositivo a diferencia de PMA que puede cargar varios dispositivos reduciendo en contrapartida la eficiencia de carga de los mismos.
A pesar de que los fabricantes están trabajando en estandarizar esta tecnología tanto los que apuestan por Qi como por PMA, el mercado de la carga inalámbrica aún está en pleno desarrollo, de ahí que sus inconvenientes o desventajas echen para atrás a la mayoría de posibles compradores.
El principal inconveniente de este sistema es precisamente el más difícil de solucionar: su eficiencia. A pesar de que pueda resultar muy cómodo dejar tu smartphone sobre una superficie sin tener que conectar nada, el proceso de conversión de energía tanto en la emisión como en la recepción hace que el consumo eléctrico sea el mismo a pesar de que la velocidad de carga del terminal se reduce en más de un 50%.
Lo avances de Wireless Power Consortium encargado de los estándares de carga inalámbrica de Qi han demostrado que es posible la carga a 5V a 1.8A (máx. 15W) sólo para determinados dispositivos (Note 5, S6 y S7). Estamos hablando de una carga estimada de casi un 20% de la batería en unos 35 minutos. A pesar de ello, aún dista mucho de los 5V a 3A (máx. 100W) que ofrecen los actuales métodos de carga alámbricos.
Los nuevos conectores de carga USB tipo C con una conectividad mucho más eficiente y cómoda y el trabajo constante de fabricantes de procesadores como Qualcomm, Mediatek o Kirin que mejoran con cada nueva generación de procesadores la velocidad de carga de los dispositivos (sólo funcional mediante carga alámbrica), hacen de la carga inalámbrica cada vez menos útil o más bien innecesaria. Para sacar tus propias conclusiones te damos una serie de ventajas y desventajas:
1. Resulta muy cómodo dejar tu smartphone en la mesita de noche o sobre la mesa de la oficina y que comience a cargar sin necesidad de conectar nada.
2. Alarga la vida de tu conector de carga USB convencional.
1. Los cargadores inalámbricos más eficientes en la actualidad cargan un 50% más lento que los cargadores alámbricos convencionales.
2. El coste de los terminales que incluyen carga inalámbrica de serie es superior.
3. A pesar de denominarse carga inalámbrica, la idea «inalámbrica» casi queda en un segundo plano cuando el dispositivo debe estar a no menos de 5 mm de la base de carga y en una posición determinada.
4. El proceso de conversión de energía electromecánica a corriente eléctrica hace que el terminal y su batería se calienten más.
5. Las cargadores inalámbricos no se incluyen con la compra del smartphone o tablet y las mejores opciones superan los 20€.
6. Los avances más importantes referentes a la carga rápida de dispositivos están enfocados a la carga alámbrica.
7. No es compatible con todas las fundas de smartphone.
La carga inalámbrica puede ser muy cómoda en algunos aspectos pero en cuanto a eficiencia se encuentra muy por detrás de la carga convencional. Existen proyectos en desarrollo de startups como XE u OSSIA que si ofrecen sistemas realmente inalámbricos que permitirán la carga del terminal incluso a 10 metros de distancia aunque son eso, proyectos en desarrollo. En la actualidad sólo cabe concluir que la carga inalámbrica deja muchas dudas y que aún tiene grandes hándicaps por solucionar.
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